16 febrero 2010

Visita del pastelero, Paco Torreblanca


“No tenemos que olvidar nunca de dónde venimos.” Así empezó el pastelero, Paco Torreblanca, su intervención con los pacientes de Alzheimer en el comedor de la Escuela de Hostelería. Y, como consejo a los alumnos lanzó: “tenemos que tener la cabeza en las estrellas y los pies en el suelo.”

Con el murmullo de su batidora detrás, comenzó a hablar, sacando ingredientes y mostrándoselos a la audiencia: azúcar, canela… En vez de dar una conferencia, el pastelero vino para trabajar con el grupo de aquellas personas que poco a poco la memoria ya había empezando a disminuir, afectando a su vida diaria y a la de sus familiares. Utilizando los instrumentos de la repostería, su intención era evocar recuerdos de los dulces y de la compañía en la que se encontraban. Hizo un “sablé bretón” con cabello de ángel y canela, milhojas de hojaldre, merengue y canela, y unos bombones de té de flores. Dulces que pertenecieron a la memoria colectiva de fiestas familiares y celebraciones.

Las sensaciones bailaban entre el gusto dulce y más salado, incluso de un punto ácido, gracias al fermento natural en la masa del Panettone. Pero, también hablamos del ruido de las galletas y la textura del bizcocho. “¡No tengan miedo!”, exclamó el pastelero, “rompan el Panettone con sus manos y coman el trozo que quieran, el Panettone no se corta con un cuchillo.”

Todo muy emotivo para las distintas sensaciones.

Durante la sesión, los pacientes demostraron buena atención y fueron activos al interactuar con Paco. Recordaron dulces de sus madres o hechos por ellos mismo, pero también recordaron la falta de recursos en aquella época de su niñez. El dulce era algo muy especial.

Al final de la sesión Paco, nos dijo que todo su equipo quería mostrar su gran compromiso con nuestra investigación. Iban a colaborar con nosotros en todas las sesiones con su presencia. Así, antes de terminar, él preguntó a los pacientes qué dulces querrían elaborar en la próxima sesión. El ganador fue, sin duda, el Arroz con Leche, que fue de lo más nombrado antes de dulces como el Flan, los Buñuelos, la Tortada con Merengue, o el Pastelillo de Cabello de Ángel.

Así terminó la visita del pastelero, con los pacientes ilusionados por volver para realizar sus dulces ayudados por el equipo de Torreblanca y los alumnos de la Escuela de Hostelería.

No hay comentarios: