El Casamiento
El mismo día del Entierro de la Sardina, El Casamiento narra el cuento cómo se casaron Limón y Sardina durante las Fiestas de Primavera en Murcia.
“Érase una vez un limón que vivía en Espinardo. Se llamaba Limón. Pasaba todo el tiempo colgado de una rama que caía encima de una acequia. Le gustaba ver correr el caudal fresco y limpio. Pero lo que le molaba más eran los reflejos que pintaba el sol en el agua, tan brilladores como duros de plata o como escamas de sirena. El vientecillo meneaba a veces la rama y entonces Limón hasta podía darle besos a la corriente.
Un día pasó por el carril una sardina que se llamaba Sardina. La miró Limón y comprendió que era la sardina famosa del “Entierro de la Sardina” que la llevaban desde Molina de Segura hasta la capital. Limón vio que sus reflejos y brillos eran los mismos que aquellos de la acequia y se enamoró…”
Así empieza la narración, en un paisaje que todos conocemos, la huerta. Los colores vivos, los aromas, la textura de la naturaleza y la alegría de ver las carrozas, tenían la habilidad de excitar la imaginación de los pacientes para iniciar un viaje donde la mente y la inspiración iban a ser libres y carecer de prejuicios. La emoción la llevaría por el camino de una experiencia subjetiva que a la vez sería colectiva. Asimismo fueron las narraciones de nuestros protagonistas, tan frágiles al conectarlas con la realidad, pero también tan llenos de ilusión como todos los recuerdos que se fijan en nuestra memoria de vivencias alegres.
Halldóra Arnardóttir
[1]José García Martínez (1999) El Casamiento. Fiestas de Primavera 1999. Ayuntamiento de Murcia. Caja Murcia.
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